el otro lado del mundo

miércoles, agosto 30, 2006

El noroeste de Bali: playas volcánicas, buceo y un parque natural

El noroeste de la isla de Bali es la zona menos explotada, sobre todo porque sus playas son de arena (o piedras) negra volcánica, con abundantes barcos de pescadores atracados, a veces redes extendidas en la playa, y no presentan gran atractivo.



Aún así, quienes busquen zonas poco turísticas mejor que se olviden de Bali y pasen a Lombok porque son pocos los pueblos costeros de tamaño mediano o grande en los que no hay una fila de hoteles para quien decida llegar hasta allí.

Esa es la imagen de Lovina, cuyo mayor reclamo turístico son los viajes a ver delfines (bastante pifia, los numerosos barcos que se dedican al tema se han cargado el poco coral existente y a menudo hay tres o cuatro delfines para diez barcos...). Pero si alguien recala allí y quiere escapar un poco de la "primera línea de hoteles", a unos 300 metros hay un pequeñísimo hotel (sólo 4 habitaciones) llamado Lovina Cantik (unos 50 euros por noche) llevado por una pareja balinesa-danesa (no tiene piscina pero sí una gran terraza y un jardín muy cuidado —les encanta a los mosquitos también así que mejor comprar espirales de aután en cualquier pequeño supermercado o pedírselas, que posiblemente tendrán.

Al este de Lovina, también en la costa norte, está Tulamben, donde hay un barco sumergido de la II Guerra Mundial que ahora se ha convertido en la casa de miles de corales y pececillos de corales. Genial :) Más al este todavía está Amed, un pequeño pueblo donde todavía se produce sal artesanalmente en la playa.

Y ya más más al este (aquí ya empezamos a ir hacia el sur también, está Padang Bay, donde nuestros amigos se bautizaron como hombres y mujer rana con los instructores de Geko Dive, uno de los mejores operadores de buceo de la zona.

Al oeste de Lovina, en la puntita más occidental de Bali y cerca ya de Gilimanuk, la ciudad desde donde se coge el transbordador a Java, está el Parque Natural, donde es posible observar aves del paraíso de intenso color azul, blanco y rojo, pasear en una orilla poblada de manglares, buscar cangrejos rojos de propiedades alucinógenas o subir a un templo rodeado de leyendas.

El Parque Natural incluye también la isla de Menjangan, donde es muy frecuente encontrar tortugas si se bucea (incluso a veces haciendo snorkelling), además de corales que poco a poco van recuperándose del desastre de El Niño de 1998, cuando las aguas subieron a más de 30 grados y causaron la muerte de abundante fauna y flora marina.

Si alguien busca un guía para el Parque podéis llamar a Nyoman al teléfono 081338458293. Además de recorrer con vosotros el parque se ofrece como guía para diving o para trekking.

Trekking al volcán Batur

El Gunung Batur, el segundo más alto de Bali después del Gunung Agung, es también un volcán sagrado en la mitología hindú balinesa.


Para subir a su cima (1.717 metros) es necesario un trekking de aproximadamente una hora y media (el mismo tiempo necesario para subir al volcán Agung aunque esta última ascensión es algo más difícil).

Como ambos volcanes son sagrados es necesario el acompañamiento de un guía pero esta obligación ha dado pie a una pequeña mafia aunque todos llevan camisetas en las que ponen que son guías oficialísimos. Si la subida se empieza desde Kedisan, en principio los guías cuestan 180.000 rupias (unos 17 euros) pero si se empieza desde Toya Bungkah entonces piden 250.000 rupias (23 euros). Además, los guías aceptan un máximo de cuatro personas así que si sois un grupo de cinco tendréis que contratar a dos guías... Lío asegurado... :)

Los dos trekkings empiezan de noche cerrada (entre 04.30 y 05.00) para poder ver el amanecer desde la cima (en temporada de lluvias, de octubre a mayo, muchas veces el madrugón no se ve recompensado porque todo el horizonte está cubierto de nubes), así que es recomendable llevar linterna o frontal, botas y ropa de abrigo.

Después del descenso casi todo el mundo acaba en unas aguas termales cercanas. En realidad son una piscina con agua caliente sulfurosa, no la idea romántica de aguas termales en mitad de la naturaleza, pero un chapuzón se agradece mucho después de la subida.

Si alguien quiere pillar un conductor recomendamos a Wayan (tel. 081338776425. Unos 30 euros todo un día), que este mes de agosto ha llevado a un montón de españoles (alguna palabreja ya se le ha quedado sabe pero mejor que sepáis inglés :)

La info y las fotos nos la han pasado Saúl, Noelia, Silvia (quien si hubiese sabido que iban a subir montaña a través en línea recta no lo hubiese hecho ni loca), Jorge y Patricia. Nosotros somos unos vagonetas y no hemos subido

Los omnipresentes templos balineses

Es casi imposible pasarse más de cinco días en Bali y no ver una procesión —con las mujeres llevando ofrendas de frutas sobre sus cabezas y coloridas camisas y los hombres las tradicionales faldas o sarongs— a alguno de los miles de templos de la isla, un entierro, una boda, o alguna celebración por luna llena, luna nueva o alguna otra fiesta del calendario hindú por el que se rigen los balineses.

Cada familia tiene un templo, cada pueblo tiene un templo también pero además hay decenas de otros templos para honrar a los dioses de las montañas y el mar.


Entre estos últimos los más populares son los de Tanah Lot y Ulu Watu. Ambos, para quien espere descubrir la gran belleza de su interior, son bastante decepcionantes porque no se puede acceder a la parte más sagrada del recinto y el exterior se ve en muy pocos minutos. Aún así, las vistas de ambos templos son espectaculares: tanto los acantilados en los que se erige Ulu Watu, en la punta sur de Bali como la islita en la que está construido Tanah Lot.

En este último, como si fuese parte de un guión de película de vampiros, justo cuando desaparece el último rayo de sol se escucha un fuerte revolotear de alas y sonidos y centenares de murciélagos salen a la vez de una cueva situada a la derecha cubriendo gran parte del cielo durante unos segundos.

Después de la visita de Ulu Watu (ritual cada vez que vienen amigos) sugerimos un bañito reponedor en Dreamland, a unos 40 minutos, una preciosa playa que tiene los días contados porque le están construyendo encima un campo de golf y una urbanización de lujo (lagrimilla).

Después de la visita de Tanah Lot (suele ser al atardecer), una propuesta interesante de cena es Eco Beach, en Canggu (antes de llegar a Seminyak), donde hay muchos chiringuitos en la playa en los que sirven langosta, gambas, calamares y todo tipo de pescado por entre 20 y 30 euros por cabeza.

Como imagino que dicen todas las guías, al entrar en los templos hay que tener cuidado de los monos, a los que les encanta birlar todo lo que brilla, y es necesario cubrirse las piernas con un sarong y un cinturón.

Ubud: perderse entre terrazas de arroz


Ubud, situado en el centrosur de la isla de Bali, es conocido como el corazón cultural de la isla por las numerosas galerías de arte que alberga y festivales que acoge, como el de escritores y lectores que se celebra cada año entre los meses de septiembre y octubre.

A Ubud se llega en coche en 45-60 minutos desde el aeropuerto de Denpasar y puede ser un buen punto desde el que visitar y/o bucear en el este de la isla (Candidasa, Padang Bay) o preparar un trekking a las montañas del interior: el Gunung Agung y el Gunung Batur. Ambos trekkings son de hora y media de duración (se sale a las 4 de la mañana para llegar antes del amanecer a la cumbre) pero sólo es recomendable durante la temporada seca —de mayo a septiembre— porque durante la temporada de lluvias casi siempre está cubierto de nubes.

El pueblo en sí mismo, Ubud, es un laberinto de calles con tiendas superpuestas una encima de la otra en las que se puede comprar de todo, ideal para shopaholics. Aún así, la ausencia total y absoluta de vida nocturna y la tranquilidad imperante lejos del núcleo urbano son ideales para descansar, leer y perderse por los alrededores con una moto (o bici) alquilada entre las omnipresentes terrazas de arroz.

Conocemos poco de Ubud, demasiado tranquilo (sonrisilla), pero ahí va la poca info que tenemos:

Para relax total: Alam Indah, por unos 50 euros la noche (las habitaciones de la segunda planta tienen una terraza muy grande, el baño semiabierto y unas vistas muy bonitas). Para llegar al pueblo hay un tranquilo paseo de unos 15 minutos a través de la Monkey Forest.

Para un lujazo de cena: Mozaic, restaurante con una estrella Michelín en el que no hemos estado pero del que nos han hablado muy muy bien (menú de degustación por unos 50 euros)


Para una cena balinesa (la especialidad es el pato pero hay que ordenarlo con un día de antelación): Café Wayan, en el centro de la Jl. Monkey Forest.

Cerca del Café Wayan hay un sitio para dormir mochilero muy baratillo en el que nos hemos quedado un par de veces: Ubud Terrace. Entre 10 y 15 euros.

Poco más podemos decir por ahora...

martes, agosto 29, 2006

Gili Air, la hermana pequeña y la más tranquila

Gili Air es una pequeña isla justo enfrente de Lombok, desde donde se aprecian unas hermosas vistas de Mount Rinjani (lee aquí sobre el trekking al volcán)

La isla es medio turística pero todavía conserva partes abandonadas y el ritmo es bastante tranquilo. Es un muy buen sitio para hacer submarinismo o snorkel, el agua es transparente como un cristal y, a diferencia de otras playas del sudeste asiático, fresquita.

Nos alojamos en Coconut Resort, en una especie de cabañas estilo balinés, rodeadas por un jardín tropical lleno de flores (entre 5 y 20 euros por noche)

Es un paraíso para aquellos que busquen tranquilidad y buen gusto, la comida es excelente. A lo largo de la playa se encuentran un montón de chiringuitos, donde se puede comer pescado fresco delicioso y baratísimo delante del mar. En general, aunque tenía pinta de lugar turístico, está explotado con buen gusto y tuvimos la suerte de que era temporada baja (julio) y había una calma absoluta.

Información escrita por Elisabet Maseras y fotos tomadas de la web del Coconut resort

Trekking al volcán Rinjani en Lombok

El trek a Mount Rinjani es una experiencia dura pero muy gratificante para aquellos que llegan a la cima del volcán. El volcán es un símbolo sagrado para los lombokianos que todavía conservan su religión animista. Cuentan que algunos de ellos, una vez al mes y coincidiendo con luna llena, realizan la ascensión al volcán con el objetivo de pasar la noche en la cima y, de este modo, absorber la energía sagrada que se alberga en él.


En cuanto al trekking, nosotros contratamos el guía y la logística a través de una empresa de Lombok, Lombok Network. Contratamos todo el paquete del trekking a través de Internet. Esta agencia ofrece diferentes paquetes a diferentes sitios de la zona y en diferentes modalidades. Nuestro paquete incluía la primera noche en Lombok, en un hotel de cuatro estrellas, con desayuno, más toda la logística del trekking.

Teníamos un guía y tres porteadores (uno por persona), que llevaban toda la intendencia para los cuatro días que duró el trekking (tiendas de camping, sacos de dormir, comida, etc. etc.) La organización y la logística fue excelente, la comida deliciosa y el equipo entrañable.

El primer día subimos hasta el borde del cráter y allí acampamos a unos 2.900 metros de altura, justo para contemplar una puesta de sol increíble. Esa madrugada, a las 3 de la madrugada, iniciamos la ascensión hacia la cima del monte y vimos salir el sol antes de llegar arriba. Ésta es la parte más dura, pues el terreno es arenoso y pedregoso, lo cual hace la ascensión muy lenta y pesada. Pero la recompensa al llegar a la cima bien vale el esfuerzo. Después de bajar de la cima, seguimos el camino hasta llegar al lago que está dentro del cráter. Allí acampamos la segunda noche. Al día siguiente ascensión hasta el otro lado de la orilla del cráter, acampada otra noche y bajada final hasta Sembalun.


Los tres días posteriores se dedicaron a relajarse en Gili Air, la más pequeña de las tres islas Gili que están frente a la costa noroccidental de Lombok.

Información y fotos de Elisabet Maseras

viernes, agosto 11, 2006

Nuestros hoteles favoritos en Indonesia

En líneas generales, decir que los sitios recomendados tienen en común contar con pocas habitaciones, ser tranquilos, eco-friendly y con piscina...

Yogyakarta
Rumah Mertua Un sitio con decoración tradicional javanesa muy pequeño, con tan sólo nueve habitaciones, que es como un pequeño oasis en medio del tráfico y el calor de Yogyakarta. Su piscina y los zumos combinados de naranja y mango son algunos de los "highlights" :) Entre 20 y 30 euros.

Bali

LEGIAN: Pondok Sara, en Legian, a medio camino entre Kuta y Seminyak. Con bungalows diseñados de manera muy simple pero efectiva y muy espaciosos. No sirven desayunos pero esa es una excusa genial para apuntarse a los mejores desayunos de la isla en el KuDeTa. 30 euros por bungalow de 1 habitación. Los hay de dos y tres habitaciones.

SEMINYAK: Una muy buena alternativa (pero más cara, 50 euros) es el Villa Kresna, habitaciones también muy amplias y sencillas en un sitio tranquilo, con una bonita piscina y un desayuno rico rico.

UBUD: En el centro de la isla de Bal, la mayoría de hoteles, como el Alam Indah están situados en las cercanías del pueblo, entre terrazas de arroz. El Alam Indah ronda los 55 euros y está muy bien integrado en el entorno natural que lo acoge (tiene balcones ideales para pasarse horas leyendo, escribiendo...baños abiertos...). Infinitamente más barato, y en pleno bullicio, está el Ubud Terrace, en Jl. Monkey Forest, donde se duerme por 10 euros.

AMED: En el noreste de la isla, muy cerca del barco sumergido frente a la playa de Tulamben, está el eco hotel Uyah, con unos bungalows muy bonitos, muy respetuosos con el medio ambiente y un personal implicado en la producción artesanal de sal. El sitio está pensado sobre todo para buceadores y ofrecen paquetes muy interesantes. Sobre los 50 euros.

Manado

El Hotel Minahasa, en la calle Sam Ratulangi, es un hotelillo pequeño, llevado por una familia muy amable. Estuvimos allí por última vez este verano (julio del 2006) y habían renovado todas las habitaciones y estaban construyendo una piscina en la parte de arriba. Unos 25 euros.


Yakarta
gluppppppppppps... vivimos aquí y no sabemos (nuestros amigos se quedan en casa). La calle de los mochileros es Jl. Jaksa pero no hemos entrado en ninguno de los hostales, hotelillos de allí.

En las demás ciudades indonesias donde nos hemos quedado no hemos encontrado ningún hotelillo que tenga algo especial y por eso no lo indicamos. Si alguien busca referencias que nos escriba a mcentenera@mac.com o a rafa@iontecnologias.es. Por supuesto, cualquier hotel recomendado también lo podemos incluir!

viernes, agosto 04, 2006

Archipiélago de Sangihe: Bucear entre volcanes submarinos

Neopreno, pesos, chaleco, pies de pato, máscara, regulador en la boca... y al agua... Sobre el impresionante volcán submarino de Mahangetang, la estrella del archipiélago de Sangihe, al norte de la isla de Célebes, una cadena de islas con ricos arrecifes coralinos, playas desiertas y aguas termales marinas...


Ningún otro barco alrededor, sólo el nuestro. Sólo ocho buceadores mirando embobados como miles de burbujas salen cada segundo de las rocas situadas sobre el cráter del volcán submarino de Mahangetang, a menos de 10 metros de profundidad, ofreciendo una visión única y una temperatura también inusual: 31 grados centígrados (ideal para frioleras como yo :)

El azufre emanado por el volcán tiñe de tonalidades amarillas y ocres todo el paisaje submarino y hasta el océano pierde en unos pocos metros su omnipresente color azul...

Al alejarse del volcán desaparecen las rocas amarillas y reaparece el coral, esponjas, anémonas bancos gigantescos de atunes (en una zona con fuerte corriente donde uno del grupo —singapureño— se sacó una mini ancla para amarrarse a las rocas), pequeños pececillos y una visibilidad impresionante, cercana a los cuarenta metros... Uno de los dives más alucinantes que recuerdo.

Cerca de Mahangetang hay otra isla, Siau, ésta con uno de los volcanes "emergidos", más activos de Indonesia. Bajo el agua, unas corrientes muuuuuuuuuuuuuuuuuy fuertes, que te llevan hacia arriba, hacia abajo, hacia los lados y dónde les da la gana...

En el divesite de Batu Bulan, durante 25 larguísimos minutos no existió la vista sino tan sólo el tacto: al entrar una corriente inesperada de agua muy fría nos dio la bienvenida y acto seguido empezó el show: una corriente salvaje hacia la izquierda y después hacia arriba que nos ha obligado a cogernos a las rocas, cortarnos con las rocas, morder el regulador con todas nuestras fuerzas y hacer geko-diving con el corazón a toda mecha y la mano del divemaster triturada por mi presión... Gluppppppppppppppsssss... En Edy's point más de lo mismo, corriente requetefuerte que ha separado el grupo y nos ha hecho pasar un muy mal rato.

En mucho mejor bucear sólo con luna creciente o decreciente y a primera hora de la mañana o en sitios resguardados, como Tanjung Pehe, donde hicimos un dive nocturno precioso (decenas de cangrejos gigantes, un par de cangrejos orangután peludos diminutos escondidos en un paisaje de sea grapes, gambas raras...) con luna llena o en Paul's reef, donde vimos pulpos, numerosos nudibranquios, chimeneas gigantes que Rafa en un momento convirtió en dos macroaltavoces y los dos nos empezamos a reir hasta que tragué un poco de agua y me reí todavía más.

Pero uno de los mejores momentos de Siau no estuvo bajo el agua sino sobre ella... las aguas termales marinas... a más de 40 grados centígrados, cerca de Paul's reef... todo el grupo bañándonos allí después de haber estado buceando... y bebiendo cervezas o coca-colas heladas... (suspir.)(suspir.) mmmmmmmmmmm....


En Ruang Island hicimos un dive lunar, con corales entre arena negra volcánica, y entre medio de todo esto resaltaban unos corales amarillos enroscados con la forma de un gramófono... unos paisajes marinos muy musicales... o quizás son nuestras ganas de fiesta, jejeje...

La última inmersión de los siete días de liveaboard la hicimos en Bunaken, una de las mejores islas para bucear de todo el mundo, a donde volvemos ya por tercera vez ;)

En Barracuda's point había muuuchas barracudas y en Ron's point fue un festival porque nos encontramos con tres tiburones de pinta negra (uno de ellos se estaba acercando hacia nosotros y Rafa iba preguntando: ¿dónde, dónde, tiburón dónde...?), un banco de atunes por delante, un banco de barracudas por arriba... y escondidos entre las rocas unos caballitos de mar amarillos microscópicos, de esos que hubiesen encantado a Steffano... En el Estrecho de Lembeh vimos muchos más caballitos microscópicos, conocidos como caballitos pigmeo...

Precioso y muy muy recomendable a pesar de las fuertes corrientes...
Las fotos son de Pete Chang, uno de los singapureños que vinieron con nosotros en el liveaboard de Bunaken Divers