el otro lado del mundo

viernes, abril 06, 2007

Molucas: buceando en el fin del mundo

Ambón. Capital de las Molucas, las islas de las especies. Mitad de noviembre, el mejor mes para bucear en esta parte de Indonesia donde los monzones van al revés...




Es difícil llegar hasta aquí —y se necesitan al menos dos semanas, o mucha suerte— si se quiere llegar hasta las islas Banda, pero una vez nos sumergimos bajo las aguas turquesas, cristalinas y solitarias de Pulau Tiga y nos vimos rodeados de blue triggerfish (hay tantos que en algunos momentos tapaban el sol y no nos dejaban ver ni siquiera el suelo o la superfície) alucinamos... fueron unas inmersiones impresionantes... como puede verse en las fotos que nos cedió Mario, el manager polaco —muy recomendable— de Maluku Divers

Los omnipresentes blue triggerfish de Pulau Tiga formaban paredes de peces, techos, círculos, rayas, se cruzaban entre uno y otro buzo y en el descenso en Pulau Lain vimos además una tortuga gigante, varios barracudas cerca de la superfície, una morena enseñando sus dientes afilados desde una roca y un atún muy muy grande que nadaba despistadillo por ahí, lejos de la amenaza de los barcos japoneses...

Después, en el descenso en Pulau Ela I, después de comer, seguimos chocándonos con los triggerfish (y Rafa intentando pillarles por la cola a los gordinflones que no cabían entre las rocas) y Robert, nuestro guía, nos mostró una serpiente de anillos blancos y negros de más de un metro, gluppppppppppppssss... la más grande que he visto hasta ahora. A cinco metros de la superfície había una cueva submarina con el techo completamente cubierto de corales blandos de color amarillo fosforito y una megaestalactita de coral del mismo color... espectacular... Normalmente alrededor de las tres islas, sobre todo en Pulau Lain, hay muuuucha corriente pero tuvimos suerte y fueron dives muy relajados.

En la superfície, las playas de Pulau Tiga son también impresionantes... así que el viaje fue una despedida de Indonesia por todo lo alto...


Ya en Ambón, las inmersiones más sorprendentes eran las que atravesaban cuevas y arcos de piedra submarinos, como en Pintu Kota ("puerta de la ciudad", por la forma que tiene la roca en la superficie), con el agua oscura y congelada para los estándares indonesios (25 graditos, neopreno de 3 mm... brrrrrrrrr... mucha corriente). En el techo del arco se encontraban peces de todos los colores durmiendo sin interesarse de la corriente y pasaron por allí cuatro napoleones de más de un metro, un par de bancos de atunes, una pareja de dartfishes que se escondieron a la vez en el mismo agujero en la arena, una sepia que debía estar rica rica :) y dos langostas que se tocaban las antenas... Por la noche aparecen muchos lionfish a darse vueltas por allí...

En sitios con menos corriente, como en Tanjung Kilang, donde hemos ido con Toby (el mejor divemaster de Maluku Divers) se pueden ver decenas de nudibranquios diferentes, de combinaciones de colores inimaginables. Había uno azul que parecía un ciempiés peludo y al tocarlo con una varita se ha abierto por la mitad... Allí mismo hemos visto un bebé pulpo rosa precioso y corales blandos lilas y amarillos, que me han recordado al volcán de Mahangetang...


Para acabar con las fotos bajo el agua de Mario ahí queda uno de nuestros pececillos favoritos, el anemona fish, primo hermano de Nemo...


Maluku Divers es ahora mismo el único operador de buceo en Ambón (también se puede bucear si se viene en un liveaboard, claro) y tienen una pequeña oficina en las islas Banda, a las que no pudimos llegar pero deben ser aún más espectaculares porque todo el mundo nos las recomendaba y a mí se me ponían los pelos verdes de envidia.

Bucear en las Molucas es más caro que en Manado o que en Bali y es más interesante para los que busquen micro que macro (tienen unos divemasters muy buenos que se conocen la zona a la perfección y además dan mucha seguridad, algo importante para la gente que se siente algo insegura). Aún así, el estado del coral es buenísimo, la visibilidad en los meses de octubre-diciembre es muy buena (el resto del año no lo es y en verano incluso no se puede bucear en una parte de la isla por los fuertes vientos) y el entorno es una preciosidad a pesar de que aún son visibles las cicatrices del conflicto sectario.