el otro lado del mundo

viernes, agosto 04, 2006

Archipiélago de Sangihe: Bucear entre volcanes submarinos

Neopreno, pesos, chaleco, pies de pato, máscara, regulador en la boca... y al agua... Sobre el impresionante volcán submarino de Mahangetang, la estrella del archipiélago de Sangihe, al norte de la isla de Célebes, una cadena de islas con ricos arrecifes coralinos, playas desiertas y aguas termales marinas...


Ningún otro barco alrededor, sólo el nuestro. Sólo ocho buceadores mirando embobados como miles de burbujas salen cada segundo de las rocas situadas sobre el cráter del volcán submarino de Mahangetang, a menos de 10 metros de profundidad, ofreciendo una visión única y una temperatura también inusual: 31 grados centígrados (ideal para frioleras como yo :)

El azufre emanado por el volcán tiñe de tonalidades amarillas y ocres todo el paisaje submarino y hasta el océano pierde en unos pocos metros su omnipresente color azul...

Al alejarse del volcán desaparecen las rocas amarillas y reaparece el coral, esponjas, anémonas bancos gigantescos de atunes (en una zona con fuerte corriente donde uno del grupo —singapureño— se sacó una mini ancla para amarrarse a las rocas), pequeños pececillos y una visibilidad impresionante, cercana a los cuarenta metros... Uno de los dives más alucinantes que recuerdo.

Cerca de Mahangetang hay otra isla, Siau, ésta con uno de los volcanes "emergidos", más activos de Indonesia. Bajo el agua, unas corrientes muuuuuuuuuuuuuuuuuy fuertes, que te llevan hacia arriba, hacia abajo, hacia los lados y dónde les da la gana...

En el divesite de Batu Bulan, durante 25 larguísimos minutos no existió la vista sino tan sólo el tacto: al entrar una corriente inesperada de agua muy fría nos dio la bienvenida y acto seguido empezó el show: una corriente salvaje hacia la izquierda y después hacia arriba que nos ha obligado a cogernos a las rocas, cortarnos con las rocas, morder el regulador con todas nuestras fuerzas y hacer geko-diving con el corazón a toda mecha y la mano del divemaster triturada por mi presión... Gluppppppppppppppsssss... En Edy's point más de lo mismo, corriente requetefuerte que ha separado el grupo y nos ha hecho pasar un muy mal rato.

En mucho mejor bucear sólo con luna creciente o decreciente y a primera hora de la mañana o en sitios resguardados, como Tanjung Pehe, donde hicimos un dive nocturno precioso (decenas de cangrejos gigantes, un par de cangrejos orangután peludos diminutos escondidos en un paisaje de sea grapes, gambas raras...) con luna llena o en Paul's reef, donde vimos pulpos, numerosos nudibranquios, chimeneas gigantes que Rafa en un momento convirtió en dos macroaltavoces y los dos nos empezamos a reir hasta que tragué un poco de agua y me reí todavía más.

Pero uno de los mejores momentos de Siau no estuvo bajo el agua sino sobre ella... las aguas termales marinas... a más de 40 grados centígrados, cerca de Paul's reef... todo el grupo bañándonos allí después de haber estado buceando... y bebiendo cervezas o coca-colas heladas... (suspir.)(suspir.) mmmmmmmmmmm....


En Ruang Island hicimos un dive lunar, con corales entre arena negra volcánica, y entre medio de todo esto resaltaban unos corales amarillos enroscados con la forma de un gramófono... unos paisajes marinos muy musicales... o quizás son nuestras ganas de fiesta, jejeje...

La última inmersión de los siete días de liveaboard la hicimos en Bunaken, una de las mejores islas para bucear de todo el mundo, a donde volvemos ya por tercera vez ;)

En Barracuda's point había muuuchas barracudas y en Ron's point fue un festival porque nos encontramos con tres tiburones de pinta negra (uno de ellos se estaba acercando hacia nosotros y Rafa iba preguntando: ¿dónde, dónde, tiburón dónde...?), un banco de atunes por delante, un banco de barracudas por arriba... y escondidos entre las rocas unos caballitos de mar amarillos microscópicos, de esos que hubiesen encantado a Steffano... En el Estrecho de Lembeh vimos muchos más caballitos microscópicos, conocidos como caballitos pigmeo...

Precioso y muy muy recomendable a pesar de las fuertes corrientes...
Las fotos son de Pete Chang, uno de los singapureños que vinieron con nosotros en el liveaboard de Bunaken Divers