el otro lado del mundo

viernes, noviembre 03, 2006

Singapur: alerta máxima

Llegas al aeropuerto de Singapur, coges un taxi y vas hacia el centro. Ahora fíjate en la mediana, llena de árboles tropicales gigantes y verdísimos. Pero, ta-chán, en una larga recta esos árboles han sido reemplazados por macetas con flores... esto no es accidental, como casi nada en Singapur, sino una de las medidas del gobierno en previsión del bombardeo del aeropuerto. En caso de ser atacados, esas macetas se retiran en un plis-plas y voilà, pista de aterrizaje y despegue de emergencia a la vista.


Después te das cuenta que hay miles de piscinas en Singapur. Casualidad? tampoco. El gobierno ha calculado que en caso de ataque y corte del suministro de agua potable que les llega de Malasia, podrían tratar y utilizar el agua de las piscinas...


Si tienes algún amigo viviendo en Singapur posiblemente te habrá contado algunas de las cartas que ha recibido en su buzón: una de las más recientes, enumeraba la comida y líquidos que tienen que ser obligatoriamente almacenados en la despensa en caso de ataque.

Ahora mira un telediario, abre el periódico o lee los anuncios gubernamentales publicados en el metro y con un poco de atención descubrirás todo tipo de noticias y mensajes sobre terrorismo y todo lo que hace Singapur para proteger a sus ciudadanos. "Fuerzas Aéreas. Velamos por tu seguridad", decía uno de esos mensajes publicitarios en el metro en el que se explicaba que todo Singapur estaba protegido con misiles...

¿Cuáles son los motivos de vivir en esta alerta máxima?

Si preguntas a cualquier singapureño notarás como les cambia la cara, les aparece una sonrisilla, se les encienden los ojos... y empiezan a decir que Singapur es uno de los países más seguros del mundo... ¿y entonces? ¿todo ese miedo que mete el gobierno?

En la reciente cumbre del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial se prohibió la entrada de varios "peligrosísimos" activistas antiglobalización y se prohibieron todas las protestas públicas en la calle...


Los activistas se fueron a la isla indonesia de Batam pero en algunos rincones de la ciudad, entre ellos en el "peligrosísimo" barrio árabe, al omnipresente gobierno se le han escapado algunas pintadas anticapitalistas como las de la foto. ¿Cuánto durarán?

Singapur: No sólo shopping

Entre todo el bullicio, las calles desordenadas, el ruido, la basura y los olores fuertes de grandes ciudades sudasiáticas como Yakarta o Bangkok, la llegada a la aséptica, moderna, inmaculada y refrigerada Singapur parece un espejismo

Para aquellos que adoren coleccionar marcas, Singapur es posiblemente un paraíso ya que se erige como el Gran Centro Comercial Sudasiático y sus enormes y omnipresentes malls concentran en sus paredes el espíritu del orden, la limpieza y el frío artificial característicos de la ciudad. La calle con más shopping adictos: Orchard Road. El último supermegahiper centro comercial: Vivo city. Una tienda de lujo diferente (un colega dice que va a dar un boom muy fuerte): Shanghai Tang en Takasimaya. Quienes busquen tecnología (importante regatear): Sim Lim, en Bencoolen St.

Pero para quienes lleguen allí más o menos por casualidad y no (sólo) quieran ir de compras, en Singapur hay barrios con papeles por el suelo, bares alternativos y comiduki excelente por unos 5 euros...

Barrio árabe
La calle 10 del barrio según Eli, la amiga que nos enseñó Singapur, es Haji Line, una callejuela pequeña salpicada de pequeñas tiendas y restaurantes.

En el cruce entre Hagi Lane y Arab St. está Le Caire, un garito con mesas fuera —con sillas o directamente en el suelo con almohadones. Muy buen rollo.

Al lado, en el callejón que hay entre Hagi Lane y Bali Line, está el bareto alternativo Blu Jaz, con una terraza muy animada, actuaciones de grupos modernillos por las noches y una planta de arriba recién inaugurada.

Y por todo el barrio hay un montón de casas muy bonitas con porticones blancos o de colores bajo los que se amontonan teterías, restaurantes y pipas de agua.


Barrio indio
Impresionante ambientillo los sábados por la tarde, domingos por la tarde (no se ve ninguna mujer en la calle, todo tíos...) y aún más los festivos. Aunque todo el barrio es único en Singapur, vale la pena pasear por los alrededores del centro comercial Mustafá (abierto las 24 horas y en el que se puede encontrar de todo), en Syed Alwi Rd. Esa calle está desbordada de restaurantitos indios.

Barrio chino
Como en el barrio indio o en el árabe, la limpieza de Singapur se relaja mucho en este barrio. Aunque la última vez no pasamos por allí, para un desayuno-comida (sobre las 12-13h) los fines de semana es m
uy interesante ir a algún garito de "dim sum" e ir eligiendo del montón de dumplings que van trayendo en carritos. O mejor aún, ir con alguien que hable chino...


Barrio gay
Está pegadito al barrio chino. Alrededor de Neil Rd yTemple St. Hay un pequeño bareto llamado Backstage con una terraza en el segundo piso en la que un camarero muy majo llamado Terrence es como una guía del ambiente ambulante y sabe garitos, fiestas, saunas y más.

El Tantric, en Neil Rd., los fines de semana se pone hasta los topes, terraza e interior, aunque los días de diario puede estar completamente vacío.

En la web Utopía Singapur hay mucha información sobre garitos, saunas, hoteles, parques, spas...

Mini barrio tailandés
Quien eche de menos Bangkok puede pillarse un autobús hacia la capital tailandesa en "little thailand", leer periódicos en thai o comprar cualquier ingrediente en su grande y ruidoso súper, en el edificio-barco de la Golden Mile en Beach Rd.

Museo de las Civilizaciones
Museo situado en la orilla del río con exposiciones a menudo muy interesantes y una terracita-restaurante vietnamita (carillo, eso sí) en la que se está de vicio... Hay una estatua de Botero justo en el otro lado del río

Parques y jardines

Singapur tiene muchos parques por los que pasear tumbarse, jugar, leer, dormir... algo impensable en Yakarta...

Entre todos ellos, molan Los jardines botánicos que tienen una impresionante colección de orquídeas, la Mc Ritchie Reservoir para hacer un rato de kayaking o el Bukkit Timah Nature para pasar el mono de hacer trekking...

Para acabar, pequeños comentarios sobre Singapur y su obsesión por la seguridad