el otro lado del mundo

jueves, abril 12, 2007

De Shanghai a Hong Kong

Los aviones domésticos en China no son tan baratos como en los países del Sudeste asiático, plagados éstos de líneas de bajo coste.
Un billete de ida Shanghai - Hong Kong valía unos 150 dólares con Dragon Air, la línea más barata para ese recorrido, una hora de viaje. Decidimos ir en tren: 70$ y 24 horas. Valió la pena.
La calidad del tren es más que aceptable. Compartíamos vagón litera con otras cuatro personas, dormimos perfectamente. El vagón restaurante, cómodo y acogedor desde el que contemplar el paisaje industrial del recorrido con una cerveza, ofrecía un extenso menú para completar las horas de paseo, charlar y observar al personal que iba y venía.

Es aconsejable comprar el billete de tren cuanto antes.


Hong Kong

Hong Kong es fantástica.
Es extraño que aunque es territorio Chino hay que pasar una frontera (los chinos del interior tienen muchísimas más restricciones para cruzar dicha frontera que nosotros. No están permitidas las migraciones internas).
La visa necesaria para visitar China se nos anuló al dejar Shanghai en tren. Para entrar en Hong Kong los españoles no necesitamos.

La moneda también es diferente. Los renmimbis chinos hay que cambiarlos a dólares de Hong Kong. Tienen un cambo fijo, pero el hecho es muy sorprendente.


Parte de la magia de Hong Kong se debe a que es una gran capital de dimensiones muy manejables. En pocos días uno sabe dónde está, cómo orientarse y usar el transporte público y llegar a los sitios y, gracias a su eficiente información turística, qué eventos, conciertos, cine, exposiciones, etcétera oferta la ciudad.

La variedad de comida es muy amplia y los precios también. En la zona del Soho hay numerosos restaurantes para un lunch.


Por supuesto es importante dar con un alojamiento a la medida de las necesidades y bolsillo.

Nosotros nos quedamos en Cosmic Guest House. Una perfecta elección para nuestras espectativas y budget, sobre todo teniendo en cuenta de que estábamos en Hong Kong, una de las ciudades más caras de Asia.

Este hostal está en un Chungking complex (Wong Kar Wai hizo una fantástica película cuya acción transcurría en uno de estos lugares, se llamaba Chungking Express). Interesante ver una de esta ciudades en pequeñito. Edificios inmensos en donde la gente vive, trafica, vende, se reproduce, se hopeda, trabaja, hay fábricas, cocinas, hostales, casas, tiendas, casas de cambio... de todo un poco.
La seguridad en estos sitios podría ser un "issue", al menos por lo que hay por ahí escrito. En éste en concreto, donde estaba el Cosmic Hotel, había servicio de seguridad y por la noche un extricto control de toda persona que entraba y salía.

Un poco de China. Shanghai y Hong Kong

Shanghai


El French Quartet es como estar en Europa. Acostumbrados a las grandes capitales asiáticas llegar a Shanghai, inmensa urbe de diez, quince o veinte millones de habitantes... en realidad da igual cuántos... y encontrarse con el barrio francés es de lo más inesperado. Esta zona está llena de pequeñas boutiques, cafeterías, restaurantes y pequeñas tiendas.

La estructura de las calles es de edificios bajos, aceras y estrechas carreteras, como cualquier barrio en España. Fantástico y con charm... tal vez el charm de lo desconocido.

Realmente es el lugar para quedarse en Shanghai aunque, desgraciadamente no podamos recomentar ningún sitio ya que nos quedamos en casa de amigos.

Bangkok Air

Estas aerolíneas merecen una buena atención. Primero por los destinos que ofrece, turísticos pero interesantes y luego, cómo no, por el precio.

Bangkok Air tiene una oferta que llaman Discovery Pass. Tan sólo se puede comprar en el extranjero, fuera de Tailandia. Se deben comprar tres trayectos como mínimo, domesticos o internacionales.
Los trayectos domésticos costaban en noviembre del 2006, 45 dólares sin tasas, y los internacionales 90.

Nosotros, por ejemplo, hicimos un Hong Kong - Siam Reap (donde está Angkor Wat, en Camboya) y luego un Bangkok - Koh Samui y un Koh Samui - Bangkok, en total 3 trayectos por 250 dólares, tasas incluidas.

Las opciones incluyen Chan Mai, Phon Pehn, Phuket, Lan Praban, Bangkok, Siam Reap y alguna más. Realmente interesante.


También están bien las ofertas de Air Asia que unen Camboya con Tailandia.

sábado, abril 07, 2007

Ambón: paisajes preciosos pero abandonados por el conflicto sectario

Ambón, una isla deseada durante siglos por españoles, portugueses y holandeses por sus especias, conserva ruinas de los fuertes que sus sucesivos colonizadores fueron construyendo y derruyendo... Años atrás, esos fuertes, igual que algunas de sus preciosas playas, eran visitadas por miles de turistas cada año pero toda la isla ha sido olvidada desde que en 1999 estalló un conflicto sectario entre musulmanes y cristianos que causó más de mil muertos.


Las calles de Ambón, como las de cualquier otra población indonesia, están llenas de colores, caos, bejaks (taxibicis), motos, coches, carros, personas, sonrisas y kretek, los populares cigarrillos de clavo, por todos lados... Sin embargo, de vez en cuando, al doblar una esquina, aparece un edificio quemado, otro medio destrozado, un agujero en mitad de una avenida y otras cicatrices de los enfrentamientos que arrasaron la isla entre 1999 y 2001 (los edificios coloniales fueron destruidos antes, durante la segunda Guerra Mundial, a causa de los bombardeos de las fuerzas aéreas japonesas).

Los habitantes de las Molucas, de mayoría cristiana, acusan a los inmigrantes originarios de Java, de mayoría musulmana, haber iniciado la violencia.


Como en Manado, otra zona cristiana,
la isla adopta los domingos un aire caribeño con las carreteras inundadas de trajes de fiesta mayor, zapatitos dominicales, chalecos impolutos, sombreros y paraguas de colores para protegerse del sol camino de la iglesia (a veces queda a varios kilómetros). Los hombres recién afeitados y las mujeres con sus pelos alisados a la fuerza. Y las iglesias, de decenas de religiones protestantes distintas, se llenan de guitarras y otros instrumentos musicales.

La música también está en los angkots o otos, como llaman localmente a los pequeños autobuses, y en los becaks (taxibicis), que pesan una tonelada y media por los sound systems que llevan y son posiblemente los más ruidosos de Indonesia. La isla se puede recorrer en un día y viajar por ella (si se habla un poco de indonesio, mejor) es muy fácil: basta subir a un angkot y el conductor —o los pasajeros— te irán indicando. Algunas veces, incluso, el conductor se ofrecerá en llevarte al destino que quieres por algo más de dinero.

Aunque el conflicto acabó hace más de cinco años, el turismo se recupera muy lentamente y la mayoría de los hotelillos que había entonces han tenido que cerrar y los que han sobrevivido lo han hecho en su mayoría gracias a la clientela local, no tanto extranjera. Como en casi todas las islas indonesias el personal se mete al agua con toda la ropa que puede: desde camisetas, imprescindibles para las tías, hasta pantalones para los futbolistas playeros que deciden darse un chapuzón o velo para las musulmanas.


Al sur de la isla, frente a la playa de Namalua, en Latuhat, está Maluku Divers, el único operador de buceo de la isla, altamente recomendado para ver cuevas, arcos, corales blandos de colores fosforescentes, groupers gigantes y millones de blue triggerfish... Quienes no quieran bucear, si hay habitaciones libres, se pueden quedar ahí, libro en mano, pareo encima, y tenedor sobre el pescado (y los dulces amboneses, blancos por fuera y rellenos de azúcar de palma y coco :) que prepara cada día la cocinera del garito.

Después de pasar unos días en remojo allí nos fuimos al este de la isla y nos quedamos en el sitio más pijo del lugar: el Baguala Bay Resort, absolutamente decrépito pero donde nos dedicamos a no hacer absolutamente nada más que leer, bañarnos en la piscina, hablar, comer y tomar el solete.

Al noreste de la isla está la playa más bonita de todas: Liang Beach. A quienes les guste ver a domingueros locales pueden ir el fin de semana y alucinar. Los demás, abstenerse :)

No pudimos llegar a las islas Banda porque sólo había un vuelo semanal, cada lunes, pero esperamos volver (si alguien ha estado que nos lo cuente!). Más allá de las Banda el avión sigue hasta las islas Kai, una de las capitales de las aves del paraíso. Otra vez será...

viernes, abril 06, 2007

Molucas: buceando en el fin del mundo

Ambón. Capital de las Molucas, las islas de las especies. Mitad de noviembre, el mejor mes para bucear en esta parte de Indonesia donde los monzones van al revés...




Es difícil llegar hasta aquí —y se necesitan al menos dos semanas, o mucha suerte— si se quiere llegar hasta las islas Banda, pero una vez nos sumergimos bajo las aguas turquesas, cristalinas y solitarias de Pulau Tiga y nos vimos rodeados de blue triggerfish (hay tantos que en algunos momentos tapaban el sol y no nos dejaban ver ni siquiera el suelo o la superfície) alucinamos... fueron unas inmersiones impresionantes... como puede verse en las fotos que nos cedió Mario, el manager polaco —muy recomendable— de Maluku Divers

Los omnipresentes blue triggerfish de Pulau Tiga formaban paredes de peces, techos, círculos, rayas, se cruzaban entre uno y otro buzo y en el descenso en Pulau Lain vimos además una tortuga gigante, varios barracudas cerca de la superfície, una morena enseñando sus dientes afilados desde una roca y un atún muy muy grande que nadaba despistadillo por ahí, lejos de la amenaza de los barcos japoneses...

Después, en el descenso en Pulau Ela I, después de comer, seguimos chocándonos con los triggerfish (y Rafa intentando pillarles por la cola a los gordinflones que no cabían entre las rocas) y Robert, nuestro guía, nos mostró una serpiente de anillos blancos y negros de más de un metro, gluppppppppppppssss... la más grande que he visto hasta ahora. A cinco metros de la superfície había una cueva submarina con el techo completamente cubierto de corales blandos de color amarillo fosforito y una megaestalactita de coral del mismo color... espectacular... Normalmente alrededor de las tres islas, sobre todo en Pulau Lain, hay muuuucha corriente pero tuvimos suerte y fueron dives muy relajados.

En la superfície, las playas de Pulau Tiga son también impresionantes... así que el viaje fue una despedida de Indonesia por todo lo alto...


Ya en Ambón, las inmersiones más sorprendentes eran las que atravesaban cuevas y arcos de piedra submarinos, como en Pintu Kota ("puerta de la ciudad", por la forma que tiene la roca en la superficie), con el agua oscura y congelada para los estándares indonesios (25 graditos, neopreno de 3 mm... brrrrrrrrr... mucha corriente). En el techo del arco se encontraban peces de todos los colores durmiendo sin interesarse de la corriente y pasaron por allí cuatro napoleones de más de un metro, un par de bancos de atunes, una pareja de dartfishes que se escondieron a la vez en el mismo agujero en la arena, una sepia que debía estar rica rica :) y dos langostas que se tocaban las antenas... Por la noche aparecen muchos lionfish a darse vueltas por allí...

En sitios con menos corriente, como en Tanjung Kilang, donde hemos ido con Toby (el mejor divemaster de Maluku Divers) se pueden ver decenas de nudibranquios diferentes, de combinaciones de colores inimaginables. Había uno azul que parecía un ciempiés peludo y al tocarlo con una varita se ha abierto por la mitad... Allí mismo hemos visto un bebé pulpo rosa precioso y corales blandos lilas y amarillos, que me han recordado al volcán de Mahangetang...


Para acabar con las fotos bajo el agua de Mario ahí queda uno de nuestros pececillos favoritos, el anemona fish, primo hermano de Nemo...


Maluku Divers es ahora mismo el único operador de buceo en Ambón (también se puede bucear si se viene en un liveaboard, claro) y tienen una pequeña oficina en las islas Banda, a las que no pudimos llegar pero deben ser aún más espectaculares porque todo el mundo nos las recomendaba y a mí se me ponían los pelos verdes de envidia.

Bucear en las Molucas es más caro que en Manado o que en Bali y es más interesante para los que busquen micro que macro (tienen unos divemasters muy buenos que se conocen la zona a la perfección y además dan mucha seguridad, algo importante para la gente que se siente algo insegura). Aún así, el estado del coral es buenísimo, la visibilidad en los meses de octubre-diciembre es muy buena (el resto del año no lo es y en verano incluso no se puede bucear en una parte de la isla por los fuertes vientos) y el entorno es una preciosidad a pesar de que aún son visibles las cicatrices del conflicto sectario.